por María Belén Corso
imagen por Sofía Smaldone @pejelagart4. De la serie Monstruos de mentira, 2014
Le dedico esta publicación a quienes querían leer sobre la mentira
espero no se decepcionen, o por lo menos no tanto.
Para combatir la decepción les pido vayan escuchando este tema: https://www.youtube.com/watch?v=X4yHl8LV_BE
La mentira es una sábana -¡Cómo estoy con las sábanas!-, pretende ser blanca pero sabemos que no lo es. Es un constructo rancio incluso cuando viene con olor a vivere. Me da la sensación que pongo una y otra vez el pedazo de tela deshilachada en el lavarropas y cada vez que la saco, le veo más manchas y menos hilos. Es una pena no tener verborragia a esta hora de la madrugada para hablar sobre la mentira, quizá porque es un tema manoseado, podría venir en una cartuchera de plástico metalizado con un unicornio gordo y un cierre negro barato. Cada tanto me confunde, llega sin parecerse a la imagen burda que me hice de lo “falso”, llega simulando algo hermoso desconocido y caigo.
Es raro, a veces es esa pompa artificial alrededor de una situación que sí es verdad, la parte plástica sirve para solidificar una forma pero termina destruyendo la ilusión. Preferiría detenerme en lo particular, no está bueno generalizar -yo me quejo mucho de eso- y sucede que con la mentira hay una cosa amplia, casi colectiva. Es curioso cómo los usos y costumbres en esta práctica son reutilizados por nuevos sujetos. Mentira y engaño van de la mano, lo sabemos muy bien, pero a veces preferimos ser necias y continuar en la men-ti-ra, tres sílabas capaces de llenarnos de vacío.
Reconozco que quería que gane el otro título que fue a votación: Sueño con los ojos cerrados, porque “La mentira” me pesa, la he fabricado en más de una oportunidad y le tengo asquito, yo doy asquito con mis “historias de cartón”. No está bueno decirse cosas feas y menos en pandemia, así que me retracto: soy hermosa y no me doy asquito cuando miento.
Si te gustó este texto, creemos que también te pueden interesar estos otros:
Bienvenidxs a la revista de poesía, arte y fotografía 
Un comentario en “La mentira”